lunes, 1 de febrero de 2010

Tendría que conseguirme un par de alas,pero es que ya ni si quiera me quedan fuerzas para poder seguir en pie.
El hecho de tener que aceptar todo por las malas,es como una puñalada en el estómago multiplicada por cien.
Detesto ésto, las causas de mi sufrimiento,
recorren mi mente e invaden mis pensamientos.
Se que me han dicho que debo ser fuerte,
pero a veces todo es cuestión de suerte.
Y me molesta todo desde un principio,
quiero huir de ésto y escaparme a otro sitio.
No puedo, se que no puedo,
y eso es lo que me carcome hasta los huesos:
No poder aceptar los hechos,
no poder enfrentar los miedos,

todo mi ímpetu está maltrecho,
y me temo que sin éstas alas, no llegaré al cielo.
Las soluciones no quitan los problemas,
los finales no quitan las historias,
los amores no quitan las penas,
los triunfos no hacen a la gloria.

Tengo todo pero a la vez estoy tan vacía,
mientras pienso me voy dividiendo en dos partes.
Quiero volar pero me aterra la despedida,
deseo cambiar pero no me atrevo a dejarte.

Los perdones no quitan los rencores,
los medios no justifican los fines,
los mejores no opacan los peores,
los colores no esconden los grises.

Quiero salir pero no me esfuerzo en buscar la puerta,
mientras me siento y observo mis dos mentes.
Tengo vida y a la vez me siento tan muerta,
deseo cruzar el río pero no quiero construir un puente.

Las esperanzas no quitan la ansiedad,
los escapes no quitan los encierros,
las verdades no quitan la falsedad,
los nacimientos no tapan los entierros.

¿Qué hace la soledad tocando mi puerta a ésta hora?
¿Qué hacen la cordura y el sentido común amándose a escondidas?
¿Qué hace el saber apareciendo cuando nadie llora?
¿Qué hace la insensatez huyendo de puntitas por la puerta de salida?

Porque he intentado olvidarme de todo,
pero sigo aquí, estancada en el lodo.
Mientras me muevo entre las luces,
me encuentro con la conciencia de bruces.

Quiero escapar, quiero llegar aún más lejos,
pero me temo que no me atrevo.
Quiero no tenerle miedo a lo incierto,
pero me encuentro constantemente observando mi reflejo,
gasto tiempo, jamás lo invierto.
Tengo que decir basta,
tengo que salir a correr sin piernas.
Tengo que saber que nada me atrapa,
ir por la oscuridad sin llevar una linterna.
Corazón de hojalata,
mirada vacía perdida,
tu sangre no es color escarlata,
tus manos han sido heridas.

Corazón de hojalata,
años convertidos en milenios,
lágrimas de porcelana,
exceso de astucia e ingenio.

Corazón, hoy no has cantado tu canción,
has decidido tirarte de un puente, 
has decidido tirarte de un balcón,
da lo mismo en un mundo decadente. 

Corazón de hojalata,eres fuerte a pesar de como te maltratan,
los días van y vienen,
pero de pie te mantienes.

Corazón de hojalata,
susurro en tus oídos las más tristes baladas,
mil veces has muerto,
mil y una has vuelto.

Corazón, hoy no hay conjuro de amor,
has decidido arrojarte a las vías, 
has decidido quedarte sin valor,
pero se que eso son puras mentiras,
se que volverás y olvidarás el dolor.

Escribiré.
Escribiré hasta que me sangren las manos,
hasta que se pasen los años.
Escribiré hasta que desaparezcas de mi mente,
escribiré todos mis sueños adolescentes.
Escribiré. Escribiré tu nombre en la ventana,
para que lo borre la niebla por la mañana.
Escribiré una y mil veces,
le daré vida a millones de estupideces.
Escribiré hasta que desagote mis lágrimas,
hasta que no piense en una muerte trágica.
Escribiré y el papel será mi confidente,
será quien pueda explicarme la extrañeza de la gente.
Escribiré cada una de mis experiencias,
hasta que ya no me quede más inteligencia.
Escribiré tu despedida y la pondré al fuego,
será el único escrito que no leeré de nuevo.
Escribiré cada una de mis caídas,
y explicaré por qué fueron tan malditas.
Escribiré luego como me levanté de a poco,
aunque llegue a sonar algo loco.
Escribiré el equivalente a las horas que me reí,
el equivalente a las horas en las que fui feliz.
Escribiré hasta que ya no quede nada,
hasta que la Tierra esté completamente despoblada.
Escribiré como intenté llegar al horizonte,
y diré como lo logré y fui de renombre.
Escribiré cada uno de los detalles,
absoluta, mi vida y todas sus verdades.
Escribiré sola o en compañía,
hasta que ya no sea bienvenida.
Escribiré los mares, los desiertos,
los lugares en los que me convierto.
Escribiré tus palabras, cada una de ellas,
desde las más hirientes hasta las más bellas.
Escribiré hasta que ya no exista el tiempo,
hasta que los días sean arrastrados por el viento.
Y por último, pero no menos importante,
escribiré por qué escribir se convirtió en mi fiel acompañante.
Y te fuiste,
te marchaste sin dejar siquiera una nota de despedida,
dejaste abiertas tantas heridas.
Y olvidaste,
se borraron de tu mente aquellos días interminables,
y yo como una idiota recordando eternidades.
Y caminaste,
o corriste mejor dicho,
a lo lejos dejando un montón de caprichos.
Y te alejaste,
te perdiste entre el mar y la niebla,
¿o seré yo que me obligo a ser una ciega?
Y lo lograste,
cumpliste tu promesa de desaparecer,
pero yo jamás cumplí la mía de no querer volverte a ver.

Sola, sola, sola en la eternidad,
vamos a perdernos
buscar felicidad.
Lejos y sin destino,
busquemos un abrigo,
vayamos al olvido.
Alto y sin miedo,
volemos entre el viento,
lleguemos hasta el cielo.
No hay de que preocuparse,
todo está en la mente,
pero imposible no imaginarse,
una vida algo diferente.
Una vida sin pesadillas,
sin llaves ni puertas,
ni pequeñas ventanillas.
Libre sin nada a nuestro alrededor,
sin fronteras ni límites,
el espacio en su más grande esplendor.
Perdámonos, no me importa,
no me importa que tan malo pueda llegar a ser,
talvez hoy sea alguien y mañana sea otra.

El pasado nos ha hecho lo que somos,
y el futuro nos hará lo que seremos.
¡Caos! Hay caos en el cosmos,
nuestra historia ha quedado en veremos.
Retrovisión,
no vale la pena mirar si produce dolor.
Vista de lo que vendrá,
no vale la pena si produce ansiedad.
Hay sangre,
hay sangre en el balcón.
Hay desencanto
hay desencanto por doquier.
Hay hambre,
hay hambre de contención.
Hay una Julieta esperando,
a un Romeo que jamás la vino a ver.

Hay muerte,
hay muerte alrededor.
Hay siglos,
hay siglos acumulados en segundos.
Hay falta de suerte,
hay falta de suerte en el amor.
Hay mitos,
hay mitos que hacen todo más inmundo.

No hay Luna,
no hay Luna que ilumine la noche.
No hay llamas,
no hay llamas que opaquen la oscuridad.
No hay fortuna,
no hay fortuna para hacer un derroche.
No hay fama,
no hay fama para contrarrestar a la soledad.

Hay besos,
hay besos que nunca quisiero existir.
Hay metas,
hay metas a las que jamás podremos llegar.
Hay huesos,
hay huesos del cadáver en el que me convertí.
Hay una Julieta,
hay una Julieta y un Romeo que nunca la supo amar.
Extrañaré tus sonrisas,
el hecho de que eran una pequeña aspirina.
Pero has de saber que he florecido,
a pesar de que pasé los peores fríos.
Que me he convertido,
finalmente, en un ser vivo.
Deberás comprender que soy capaz,
que detrás de alguien como yo había una mente audaz.
Y entender que sí, me curé,
las heridas sanan, y yo seguiré.
Aunque el dolor parecía interminable,
el destino esta vez fue conmigo amable.
Sí, ¡Lo voy a gritar!
¡Reciclé todo recuerdo que me pueda hacer mal!

(Ojalá fuera así de fácil)
Aquí voy, otra vez,
salto al vacío y me arriesgo a perder.
Estoy camino a estrellarme contra un muro,
descubro que no tengo frenos,
se acaba mi pequeño mundo,
se acaban todos mis sueños.
Gracias, realmente lo aprecio,
pero te estoy haciendo pagar un precio,
que es más que crucial: tu tiempo.
Se que no me comprendes,
ni yo misma me entiendo,
soy alguien tan inocente,
que me dejo llevar y luego me arrepiento.
Así soy, cambiante,
hilarante,
insolente,
alguien diferente.
Soy eso y lo lamento,
hasta yo misma me condeno.

Adoro esa capacidad tuya:
para salir a correr sin temer a tropezarte contra el mundo,
para arrojarte desde un precipicio sin paracaídas alguno.
Para correr por la autopista sin necesitar de frenos,
para atreverte a recordar sin echar de menos.
Para atravesar todos tus problemas sin tener procupaciones,
para huir hacia la libertad sin temerle a las presiones.
Para escucharlo todo sin esquivar lo que puede herir,
para vivir la vida y jamás pensar en morir.
¿Qué vas a hacer con unas simples acuarelas en tu vida?
-Fácil, voy a pintar lo que piense, lo que diga, lo que sientaMis sueñosmis pesadillasmis idas y vueltasMis caídasmis escaladas nuevamente hacia la cumbre. Mis decisiones y las cosas que me producen incertidumbre. Mis horas, mis días, mis meses, mis años. Mis noches y mis soles. Mis fríos y calores. Mis logros y mis fracasosMis orgullos y mis vergüenzas. Mis amores intensosmis corazones sufriendo maltratoMi verdadero yo y mi apariencia. Los caminos querecorrí y los que no me atreví a pasar. Mis palabras y mis gestos. Las personas que me quisieronacompañar, las que me abandonaron en el proceso. Mis decepciones, mis angustiasMis problemas y mis solucionesMi ingeniudad y mi astuciaMi estupidez y mi inteligencia. Misguerras y mis treguas por la paz. Mi presencia y mi ausencia. Mis miedos y mi valentíaMi destreza y mi sabiduríaMis recuerdos y mis olvidos. Mi odio y mi cariñoMis risas, mi felicidad, mi alegríaMis lágrimas, mis llantos, mi tristeza. Mi música de fondo, mis silenciosMi esperanzami pacienciami confianzami decadenciaMis luchas, las ganadas y las perdidas. Mis preguntas y las respuestas que obtuve. Mis defectos y mis virtudesMi alma, mi conciencia, mi corazón.
-¿Y cómo planeas hacer todo eso?
-En lo que a mi respecta, todos somos artistas, la vida es un lienzo.

Es inevitable,
saber que el corazón
ha guardado,
lo que uno no desea, por alguna razón.
He esperado,
miles de millones de años,
a que alguien encienda la luz,
a que alguien me borre ésta cruz.
Mantuve tu recuerdo,
aquí, protegido del viento,
de las tormentas, del tiempo,
de todos los acechos.
Pero éste me falló,
por dentro me comencé a pudrir,
y finalmente lo logró,
y lo peor es que nunca se quiso ir.
Ganaste, lo conseguiste, sí,
pero yo no me he rendido,
a pesar de que hay bombardeos de tí,
y de que tengo el corazón herido.
Caminé sin sentido,
sin dirección,
sin fuerzas ni destino,
y sin ninguna otra elección.
Tú, que has contaminado mi mente,
que te has llevado todo de mí,
sobre todo lo más sorprendente,
ahora no encuentro un fin.
Yo, que suelo ser indiferente,
pero ésta vez perdí por mucho,
estoy sola entre tanta gente,
y ya olvidé lo que era mío y lo que era tuyo.
Nosotros, nos declaramos en guerra,
todo desde el principio,
y no existe ninguna tregua,
si el dolor es infinito.
Saber que cualquier cosa me quita el sueño,
nunca jamás será bueno.
Saber que no puedo continuar sin dueño,
es un círculo vicioso eterno.

He buscado mi sonrisa,
por todos los rincones de ésta ciudad.
La he descubierto vagando en mi repisa,
soñando con escapar en soledad.

He leído millones de cuentos,
que han formado mi propia historia.
Soy un personaje más de cientos,
pero deseo que mi vida se llene de euforia.

Quise ser lo que no soy,
quise ver siendo ciega,
quise volver a donde no voy,
quise aceptar lo que los demás niegan.

Siempre en contra de la corriente,
pero me cuesta sobrellevarlo después de un tiempo.
Viremos otra vez accidentalmente,
hacia donde va todo el mundo éste milenio.

Cambios, transformaciones,
recorren mi cuerpo y reaccionan tarde.
Decisiones y elecciones,
me surgen cuando ya nadie más les hace alarde.
Qué maldad,
de tu parte, llevarte todo de mí,
ahora vago entre mis sentimientos,
y esto parece que no tiene fin.
Qué maldad,
el querer tener un final feliz,
pero huir ante la oportunidad,
y comenzar nuevamente a pudrirme de raíz.
Qué maldad,
que recorre todo mi cuerpo,
que se esparce por toda la ciudad,
que deja mi corazón muerto.
Qué maldad,
imposible no pensar que es siniestro,
todas estas estrategias para atraparme,
lo peor es que todavía espero tu plan maestro.
Qué maldad,
todas estas promesas no cumplidas,
y todas las palabras que dije,
que se han convertido en puras mentiras.
Qué maldad,
la que incluye esta sociedad,
porque ya no estoy más cuerda,
y me molesta estar en soledad.

Qué maldad,
precipitarte así sobre alguien tan débil,
mostrarme que contigo tendría felicidad,
y luego escapar y dejar mi corazón esteril.

Qué maldad,
esperarte y no hacer nada,
quedarme aquí sentada,
ahora yo soy la malvada.
Lou: Sabemos que ésta es una sociedad machista. Hoy en día se ha erradicado bastante ese pensamiento, pero las mujeres aún continuan siendo subestimadas a veces.
Mel: Deberíamos encontrar alguna forma de describir todo lo que la mujer puede hacer, somos seres tan poderosos como los hombres, a veces incluso más que ellos ¿Cómo podemos explicar eso?
Lou: Fácil. Un hombre puede llegar lejos, claro está. Pero una mujer, también.
Mel: ¿Y dónde está la diferencia?
Lou: La diferencia es, mi querida amiga, que las mujeres llegamos lejos, con tacos altos.
Qué años los pasados, que se han llevado, el más raro de tus costados.
Te diría que esta es mi vida, y que es solo mía, pero a veces son demasiadas las mentiras.
Correría por las praderas, subiría montañas enteras, con tal de escapar de los problemas.
Por supuesto que soy cobarde, no suelo hacer alardes, pero para huir muchas veces ya es tarde.
Así que heme aquí, con todo pero sin tí, y todo por ser lo que fui.
Por eso he decidido aceptar mis miedos, pero todavía no puedo entregarme al cielo.
Pero quiero que entiendas que yo tengo la culpa, y que he de cobrar millones de multas.
Multas tuyas, deberán ser muchas, he de prepararme para la lucha.
Dentro de mi mente, dentro de esta cabeza incosciente, hay alguien demasiado demente.
Cuestión de suerte, o cuestión de muerte.
Cuestión de presencia, o cuestión de paciencia.
Cuestión de tiempo, o cuestión de aliento.
Demasiadas ya las cuestiones, todas juntas hacen presiones, provocan aluviones.
Cuestión de ayuda, o cuestión de dudas.
Cuestión de valentía, o cuestión de garantía.
Cuestión de sentimientos, o cuestión de pensamientos.
Ya son tantas las indecisiones, ya son tantas las alucinaciones, soy un manojo desconsiderado de acciones.

Si, señores,
he comprendido.
He comprendio que como llegaste,
te has ido.
Y de a montones,
de a montones mis sentimientos,
van camino al desastre,
y causan agotamiento.
Soy la culpable,
por dejarme llevar,
por mentir y querer ser amable,
con alguien que prefiero olvidar.

Hoy, ahora,
entendí las razones,
entendí que a veces llegan con demoras,
pero como excusa a cientos de acciones.
Podría considerarme despreciable,
inentendible y cobarde,
porque miles de veces dije "no más"
y luego me mentí y de escapar fui incapaz.
Por eso basta, aquí,
me levanto y agradezco tu bondad,
porque gracias a tí,
aprendí que no es tan malo estar en soledad.

Hacia allí me dirigo,
al encuentro entre mi alma y yo.
Me suelto en el infinito,
el mundo es uno y aquí voy.
Que sea un paseo inconsciente,
por campos de corazones,
risas inocentes,
y sueños de a montones.

Que sea un deseo ferviente,
de millones de estrellas,
de lunas crecientes,
y de rayos y centellas.

Que sea nuestro recorrido,
juntos en una bicicleta,
que sea del destino,
y que con ella hagamos piruetas.

Mentí más de lo debido,
y la cuenta llegó a mi mesa.
Creí más que lo prometido,
y el error ahora me pesa.
Todo lo que yo hago,
luego vuelve y me mata.
Son mis dichos vagos,
los que regresan y me atacan.


Deseo, pido a las estrellas.
Que seas un sueño,
una ilusión que desaparezca.
Que seas todo menos mi dueño,
que con el viento te desvanezcas.
Espero, pido al destino.
Que tengas final,
y que no importe el inicio.
Que devuelvas mi mitad,
porque la otra corre hacia un precipicio.

Ya me ha fallado la ciencia,
me traicionó la consciencia,
me desesperó tu ausencia,
me estresó la paciencia.
Ya perdí mis esperanzas,
en mí, toda la confianza,
ya hice más de mil mudanzas,
y recordé todas mis andanzas.
Ya quise recurrir al olvido,
ya escapé de asesinos,
ya escuché a mis amigos
y a mis propios alaridos.
Ya he roto corazones,
y me puse pantalones,
en todas mis relaciones,
destruidas por mis acciones.
Ya olvidé mis amores,
descarté los rencores,
aprendí de mis valores,
y tuve tiempos mejores.
Ya sufrí cien demencias,
logré aceptar mi herencia,
me ovacionó toda la audiencia,
pero sin aceptar mis creencias.
Ya dejé de dar vueltas,
ya conseguí cerrar la puerta,
vi mis ilusiones todas sueltas,
después las encontré muertas.
Ya viví en felicidad,
conocí la soledad,
escapé de la verdad,
y rechazé la falsedad.
Ya solté tantas lágrimas,
y también miradas cálidas,
fui un millón de máquinas,
terminé siendo sólo un ánima.
Ya me apoderó la calma,
ya he perdido el alma,
ya viajé en una balsa,
y tuve visiones falsas.
Ya escondí mi sonrisa,
ya me maté de risa,
pero hay algo que me eriza,
y es que aún no logré conquista.
¿Y qué voy a hacer con mi despiste selectivo, y con mi sueño frustrado de aprender a cocinar? ¿Y qué voy a hacer con los domingos y feriados? Ningún plan es apropiado cuándo intento no pensar. Dime acaso a dónde vas, ahora que no estoyDime acaso a dónde voy, ahora que no estás. ¿Qué me inventaré pare decirle al mundo entero, si me ven tumbada al suelo y sin más ganas de volar? ¿Cómo escondo este par de alas rotas, y las suelas de mis botas cansadas de caminarDime acaso a dónde vas, ahora que no estoy.Dime acaso a dónde voy, ahora que no estás. Yo quiero que vuelvas, que te están reclamando, mis labios que hace tiempo no besas. Yo quiero que regreses. ¿No ves que hasta mis manos, de tanto no tocarte me duelen? Me duelen. ¿Y qué voy a hacer si mi barbilla llega al piso, y aúnque intente la sonrisa no me sale natural? Si ya me han visto con la mirada perdida, unas cuantas libras menos y unas lágrimas de más.Dime acaso a dónde vas, ahora que no estoyDime acaso a dónde voy, ahora que no estás
Dime ahora que inventos tejeré, con mis manos gastadas, mi mente siempre al revés, y la imaginación apagada. Cuéntame como voy a llegar, como voy a poder vivir en mi hogar, o si terminaré huyendo hacia ningún lugar, sabes nunca supe entender mi bienestar. Hay un aire siniestro, otra vez en la ciudad. Falta de encuentros, me conducen hacia la soledad. Entiendo que no pertenezco aquí, pero no puedo correr muy lejos, porque intenté volar y caí, adentro de huecos viejos. Moriré pensando en alguna excusa, ideandoescapadas que nunca serán, buscando un final para mi historia inconclusa, intentado abrir ojos que nunca verán.
Algo extraño tiene,
que hace que mi corazón se estremezca.
Algo que no se de dónde viene,
y no hay nada que se le parezca.


Algo sin explicaciones,
que está fuera de lo común.
Algo con diferentes sensaciones,
que no puedo descifrar aún.


Algo, que corre con el viento,
que susurra en mis oídos.
Algo tiene y no les miento,
que nunca ha sido corrompido.


Algo que vuela sin dueño,
que se deja escapar siempre que puede.
Algo que invade los sueños,
que se arriesga a todo y no muere.

Algo que es un misterio,
que se esconde detrás de las palabras.
Algo que opaca al silencio,
que asesina siluetas macabras.


Algo, que se mece en la brisa,
que se apodera de mi cabeza.
Algo, que se confunde entre risas,
nunca se sabe por donde se empieza.
Como siempre pasa,
mi mente es otro disparate.
En cualquier parte de mi casa,
se esconden sentimientos infartantes.


Y yo, esperanzada y con fe de sobra,
me senté y me dediqué a olvidarte,
pero lamentablemente la nostalgia obra,
y quita toda posibilidad de innovarte.


Juro por todas mis creencias,
que huí y tropezé con la misma piedra,
y esa caída se llevó toda mi paciencia,
y le dió más veneno a mi hiedra.

Pero no es cotidiana en mí la resiganción,
y aprendí que levantarse puede ser duro,
que puede afectar al alma y a la razón,
pero que no es imposible escalar muros.
Que sepas:
que por una acción,
se borran miles de recuerdos.
Que por una maldición,
se desperdician todos los esfuerzos.
Que jugar con fuego,
trae cicatrices permanentes.
Que no vale ningún ruego,
después de estas cosas incoherentes.
Que se van los años,
y seguimos en lo mismo.
Que quedan los daños,
y después, nada más que abismo.
Que teníamos una amistad,
y se puede romper por tan poco.
Que toda ésta enfermedad,
nos pone algo fuera de foco.
Que soñar no cuesta nada,
pero si hacer las cosas reales.
Que por trampas malvadas,
nos hemos vuelto letales.
Que buscaste amor,
y encontraste obseción.
Que cambiaste dolor,
por un poco de adicción.
Que nos olvidamos de nosotros,
y preferimos ignorarlo.
Que modificamos los rostros,
por el temor de afrontarlo.


Entiende que todos nos cansamos
de las idas y vueltas.
Que todos nos hartamos,
de tener que pagar las cuentas.

Que alguien inteligente,
hubiera dicho hasta nunca.
Que más allá de lo que sientes,
deberías cerrar las puntas.

Que la vida son etapas,
pero estás en un círculo vicioso.
Una tras otra, te matas,
jugando con cuchillos filosos.

Que siempre es la misma historia,
abandono, llanto, perdón.
Que hay gente que es escoria,
y que no merece tu corazón.

Que estaremos en las buenas y en las malas,
pero no toda la vida seremos una casa en el páramo.
Que todos los cuentos de hadas,
son en realidad cuentos de espantapájaros.

Que la vida es un circo,
y ¿no te sientes como el payaso?
Que no sirven los brincos,
sino que hace falta correr hasta el hartazgo.

No pensar en lo malo,
obsesiones y desgano.
Alas e inmadurez,
armas e insensatez.
Lágrimas de cristal,
un sentimiento vital.
Sueños de algodón,
excusas sin buscar perdón.
Caminatas bajo la luna,
cantar canciones de cuna.
Llamados y clandestinidad,
abrazos y felicidad.
Café y música,
arrepentimientos y súplicas.
Dibujos e historias,
imágenes de memoria.
Canciones y fotos,
charlas de locos.
Un golpe de suerte,
esquivar la muerte.
Besos y caricias,
cosas sin malicia.
Mar y montaña,
ayer, hoy, mañana.
Sol y viento,
fogatas y cuentos.
Caramelos de frutilla,
helado sabor vainilla.
Vivir sin dolor,
recordar sin rencor.
Momentos únicos,
que no panda el cúnico.
Aroma a jazmín,
nadar con un delfín.
Decir hasta luego,
saber que nos veremos de nuevo.
Reír a carcajadas,
hacer payasadas.
Viajar lejos,
dar consejos.
Dormir y que llueva,
explorar cuevas.
Noche de películas,
ser una completa ridícula.
Disfrutar de un desliz,
en resumen, ser feliz.

Estas ilusiones que nos tienen algo embrujados,
se suceden una tras otra todas sin cuidado.
Soy quién debería decir basta en estos casos,
pero hoy no puedo, no puedo evitar tus abrazos.