lunes, 1 de febrero de 2010

Que sea un paseo inconsciente,
por campos de corazones,
risas inocentes,
y sueños de a montones.

Que sea un deseo ferviente,
de millones de estrellas,
de lunas crecientes,
y de rayos y centellas.

Que sea nuestro recorrido,
juntos en una bicicleta,
que sea del destino,
y que con ella hagamos piruetas.

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